Parque Histórico, La Quinta de Los Molinos

Es conocido sobre todo, por los almendros en flor en primavera. Disponer en el centro de la ciudad de 20 ha de almendros, es excepcional y un privilegio.
Dicho parque pertenecía inicialmente al Marqués de Torres Arias y estaba unido al parque que actualmente lleva su nombre. Su situación es muy cercana y ambos están bajo la gestión del Ayuntamiento de Madrid.
Los terrenos de La Quinta de los Molinos fueron regalados por el Conde al arquitecto y urbanista, César Cort Botí en el año 1920. Este quiso trasladar los paisajes de su Valencia natal y así efectuó una plantación de almendros y olivos.
Además, construyó un jardín de inspiración mediterránea. Materiales como el ladrillo formando el borde de los alcorques, ejes quebrados que van llevándote hacia la estancia principal. Dicha inspiración mediterránea tuvo cierta “compañia” del romanticismo británico y por tanto, también encontramos un lago con cisnes en medio de una zona de recreación de bosque.
Es fantástica la mansión que mandó construir Cort Botí. De vanguardia racionalista, el estilo de Secesión Vienesa es de unas líneas impecables. Salvando las distancias y que son estilos arquitectónicos distintos, me recuerda a la Fundación Serralves en Oporto, Portugal.
He de desatacar la pista de tenis. Creo sinceramente, que es una joya única en el mundo. Que no hay ninguna otra igual. Las dimensiones, la elegancia y proporcionalidad, es un equilibrio perfecto. Todavía a día de hoy, se respira el ambiente refinado de otra época.